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Acerca de este curso
La ecografía renal normal muestra riñones con morfología y tamaño adecuados según la edad y constitución del paciente, presentando una relación corteza-médula bien definida. En condiciones normales, los riñones miden aproximadamente 9-12 cm de longitud, 5-6 cm de anchura y 3-4 cm de grosor, con una corteza homogénea de ecogenicidad ligeramente inferior a la del hígado y una médula hiperecoica organizada en pirámides de Malpighi. La pelvis renal aparece como una estructura anecoica pequeña y central, sin dilatación, mientras que los vasos renales muestran flujo adecuado en el estudio Doppler. La cápsula renal es delgada y lisa, sin masas, quistes o calcificaciones, y existe simetría entre ambos riñones con una diferencia de tamaño menor al 15%, lo que confirma la ausencia de alteraciones estructurales o funcionales significativas.
La ecografía renal patológica revela diversas alteraciones que indican enfermedad renal, manifestándose mediante cambios en el tamaño, forma, ecogenicidad o estructura del órgano. En casos de hidronefrosis, se observa dilatación de la pelvis y cálices renales con pérdida de la anatomía normal; en nefrolitiasis, aparecen ecos brillantes con sombra acústica posterior; mientras que los quistes simples presentan estructuras anecoicas con paredes delgadas y refuerzo posterior. Los tumores renales suelen manifestarse como masas sólidas hipoecoicas o mixtas que distorsionan la anatomía renal, y en la enfermedad renal crónica se aprecia reducción del tamaño renal con aumento de la ecogenicidad cortical y adelgazamiento de la corteza. Otras patologías identificables incluyen abscesos (colecciones anecoicas con paredes irregulares), glomerulonefritis (aumento de tamaño con disminución de la ecogenicidad) y trombosis venosa renal (ausencia de flujo en Doppler), siendo fundamental para el diagnóstico diferencial y planificación del manejo clínico.