Ecografía Doppler carotídeo

¿Qué aprenderás?

• La ecografía Doppler carotídeo es un estudio de imagen no invasivo que combina la ecografía en modo B (brillo) con la técnica Doppler para evaluar tanto la morfología como el flujo sanguíneo en las arterias carótidas. Este examen permite visualizar las arterias carótidas comunes, internas y externas, así como identificar y cuantificar la presencia de placas ateroscleróticas que puedan reducir el calibre vascular. Según el Manual de Ecografía Vascular de Alexandrov (2017), el Doppler proporciona información esencial sobre la velocidad y dirección del flujo sanguíneo, permitiendo detectar estenosis significativas mediante el análisis de los espectros de velocidad y las formas de onda, siendo particularmente útil para identificar estenosis del 50% o mayores, que se consideran clínicamente relevantes según los criterios establecidos por la Society of Radiologists in Ultrasound.
• Esta técnica se ha convertido en el método de elección para el cribado y seguimiento de la enfermedad aterosclerótica carotídea, siendo especialmente indicada en pacientes con factores de riesgo cardiovascular como hipertensión, diabetes, dislipidemia o tabaquismo, así como en aquellos con síntomas isquémicos transitorios o previos accidentes cerebrovasculares. Según las guías de la American Heart Association (2021), la ecografía Doppler carotídeo es fundamental para estratificar el riesgo de accidente cerebrovascular, ya que permite no solo medir el grado de estenosis, sino también caracterizar las placas en términos de estabilidad (placas hiperecoicas y homogéneas suelen ser más estables que las hipoecoicas y heterogéneas). Además, el estudio Doppler ayuda a diferenciar entre estenosis hemodinámicamente significativas y aquellas que, aunque anatómicamente presentes, no comprometen significativamente el flujo sanguíneo al cerebro.
• Entre las ventajas principales de la ecografía Doppler carotídeo destacan su disponibilidad, bajo costo, ausencia de radiación y capacidad para ser realizado en tiempo real, permitiendo una evaluación dinámica del sistema vascular. A diferencia de otras técnicas de imagen como la angiografía por TC o RM, no requiere contraste intravenoso, lo que la hace especialmente segura para pacientes con insuficiencia renal o alergia a medios de contraste. Su papel en la prevención primaria y secundaria de los accidentes cerebrovasculares es indiscutible, ya que permite identificar pacientes candidatos a intervenciones preventivas como cambios en el estilo de vida, tratamiento médico intensivo o procedimientos quirúrgicos como la endarterectomía carotídea. Como señalan Gupta et al. en Stroke (2020), la implementación rutinaria de este estudio en poblaciones de alto riesgo ha contribuido significativamente a la reducción de la incidencia de accidentes cerebrovasculares isquémicos en las últimas décadas.